El consumo privado en México experimenta un crecimiento marginal en septiembre y octubre de 2025. Los hogares mexicanos muestran señales encontradas: un incremento anual del 1.3% en septiembre que salta a 2.2% en octubre, pero con avances mensuales prácticamente estancados en apenas 0.1% para ambos meses.
Mexconomy — El Indicador Mensual del Consumo Privado (IMCP), y sus cifras desestacionalizadas proyectan un índice de 112.2 puntos para septiembre y 112.3 para octubre (base 2018=100), reflejando un avance que apenas supera el margen de error estadístico.
Los intervalos de confianza al 95% revelan la amplitud de la incertidumbre: la variación anual de septiembre podría oscilar entre 0.1% y 2.4%, mientras que para octubre el rango se sitúa entre 0.9% y 3.5%. En términos mensuales, el escenario es aún más preocupante, con posibilidades que van desde contracciones de -1.1% hasta crecimientos modestos de 1.2% en septiembre, y de -1.2% a 1.3% en octubre.
La divergencia entre el crecimiento anual —que modestamente acelera de septiembre a octubre— y el virtual estancamiento mensual sugiere que el incremento anual se explica más por efectos de base comparativa que por una mejora genuina en la capacidad de gasto de las familias. Este fenómeno, conocido como "crecimiento estadístico", oculta problemas verdaderamente profundos: salarios reales presionados por la inflación, mercado laboral con señales mixtas y un contexto internacional adverso que limita las remesas y el comercio exterior.
El consumo privado, que representa aproximadamente el 70% del PIB mexicano, avanza a paso lento mientras enfrenta vientos en contra.
El índice de 112.3 puntos estimado para octubre, aunque ligeramente superior al de septiembre, permanece anclado en niveles que apenas superan en un 12% los registros de 2018, evidenciando una recuperación anémica tras años de "Cuarta Transformación".
Señales
Dicembre deberá confirmar si estas proyecciones se materializan o si, por el contrario, las presiones acumuladas terminan por frenar el ya debilitado dinamismo del consumo.
El consumo, por ahora, no presentan la fortaleza necesaria para sostener un crecimiento robusto. Las fuentes de información desestacionalizadas confluyen en un diagnóstico claro: el consumidor mexicano está contenido, cauteloso y vulnerable ante cualquier perturbación adicional.
La brecha entre las expectativas de recuperación y la realidad de los datos subraya la necesidad de políticas públicas focalizadas que fortalezcan el ingreso disponible, protejan el poder adquisitivo y reduzcan la vulnerabilidad de los hogares. Sin intervenciones efectivas, el riesgo es que el consumo privado —piedra angular de la economía mexicana— se convierta en el eslabón débil de una cadena ya tensionada por múltiples frentes de incertidumbre.

0 Comentarios