En 2024, el trabajo no remunerado alcanzó un valor equivalente al 23.9% del PIB y ascendió a más de 8 billones de pesos, esfuerzo mayoritariamente realizado por mujeres. Las mujeres aportaron el 72.6%, mientras que los hombres contribuyeron con apenas el 27.4%.1
Mexconomy — La más reciente medición del trabajo no remunerado en los hogares revela una realidad que, pese a su magnitud económica, permanece fuera del escrutinio formal. En 2024, el valor del trabajo doméstico y de cuidados ascendió a 8 billones de pesos, lo que representa el 23.9% del Producto Interno Bruto.1 De ese total, las mujeres aportaron el 72.6%, mientras que los hombres contribuyeron con apenas el 27.4%. La brecha de género también se observa a nivel individual: el aporte anual equivalente por mujer fue de 82,339 pesos.1
La dependencia del país hacia estas labores no pagadas refleja una debilidad creciente. La economía doméstica absorbe tareas que deberían ser responsabilidad compartida entre hogares, Estado y mercado. Esta omisión produce tres efectos: primero, perpetúa la desigualdad de género al cargar sobre las mujeres los trabajos esenciales de sostenimiento familiar; segundo, genera una vulnerabilidad económica ante cambios demográficos o laborales que reduzcan la disponibilidad de tiempo para cuidar; y tercero, limita el alcance de las políticas públicas, pues gran parte de la reproducción social queda fuera de los sistemas de remuneración, seguridad social y valor agregado.
La incorporación de los cuidados emocionales como medición complementaria eleva el valor económico de estas actividades al 26.3% del PIB.2 Esta ampliación confirma que el trabajo no remunerado es una de las principales fuentes de bienestar nacional y, al mismo tiempo, una de las menos reconocidas. Aunque la economía mexicana descansa sobre esta base invisible, no existen mecanismos suficientes para compensar, redistribuir o proteger a quienes sostienen este sistema.
El país enfrenta así una contradicción central: el bienestar cotidiano depende de millones de horas de trabajo que no se reconocen ni se integran plenamente en la política pública. Sin una transformación profunda —que incluya derechos de cuidado, servicios públicos y esquemas de protección social— México seguirá apoyándose en una economía silenciosa, indispensable y mayoritariamente femenina.
Referencias
1 INEGI, Cuenta Satélite del Trabajo No Remunerado de los Hogares de México 2024, resultados generales (CSTNRHM).
2 INEGI, CSTNRHM 2024, medición complementaria de cuidados emocionales.

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