La manufactura mexicana cerró noviembre de 2025 con una señal clara de enfriamiento. El Indicador Mensual Oportuno de la Actividad Manufacturera (IMOAM), elaborado por el INEGI, anticipó una contracción anual de -1.8%, reflejo de un deterioro que ya no puede atribuirse únicamente a factores coyunturales.

Mexconomy — Con un nivel de 104.9 puntos, el indicador confirma que el sector industrial más relevante del país atraviesa una fase de ajuste prolongado, con implicaciones directas sobre empleo, inversión y crecimiento económico.

El IMOAM funciona como un estimador adelantado del Indicador Mensual de la Actividad Industrial (IMAI) en su componente manufacturero, con una ventaja temporal cercana a los 18 días respecto a la publicación oficial. Para noviembre, el intervalo de confianza al 95% ubicó la variación anual entre -4.7% y 1.2%, lo que, aun en su escenario más optimista, muestra un sector sin tracción suficiente para retomar una senda de crecimiento sostenido.

Manufactura en terreno frágil

La relevancia del dato no radica únicamente en el retroceso puntual, sino en su inserción dentro de una tendencia más amplia. Desde mediados de 2024, la manufactura mexicana ha mostrado un desempeño errático, presionada por la desaceleración de la demanda externa, la debilidad de la inversión productiva y un entorno de costos todavía elevados. El resultado es un sector que opera con márgenes estrechos y con limitada capacidad de absorción de choques adicionales.

El propio INEGI señala que, históricamente, el IMOAM ha demostrado una alta precisión: en 90% de las ocasiones, el dato observado del IMAI manufacturero ha quedado dentro del intervalo de confianza del indicador oportuno. Esta consistencia refuerza la lectura de que la contracción estimada para noviembre difícilmente será un outlier estadístico y, por el contrario, apunta a una confirmación posterior en los datos definitivos.

Señales adelantadas y riesgos

El modelo del IMOAM se construye a partir del vínculo entre la producción manufacturera y el consumo de energía eléctrica, utilizando registros administrativos de la CFE y el CENACE. Bajo la premisa de que la actividad industrial es proporcional al uso de energía, la caída observada sugiere un menor nivel de operación en plantas y líneas de producción, particularmente en ramas sensibles al ciclo económico.

De cara a 2026, el riesgo central es que esta debilidad se prolongue y termine por trasladarse a otros segmentos de la economía. Una manufactura estancada limita el efecto multiplicador del sector externo, reduce la creación de empleo formal y acota el margen de maniobra de la política económica. En este contexto, la evolución del indicador oportuno se convierte en una herramienta clave para anticipar escenarios y ajustar decisiones de inversión y política pública.

Nota al lector: la gráfica interactiva está optimizada para su correcta lectura y exploración en pantallas de mayor tamaño (computadora o tableta). En dispositivos móviles, algunos detalles de ejes, etiquetas o series pueden visualizarse de forma limitada.

Fuente: INEGI, Indicador Mensual Oportuno de la Actividad Manufacturera (IMOAM), noviembre de 2025.

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