Especialistas de Mexconomy anticipan que en 2026 el SAT incrementará requerimientos fiscales mediante herramientas digitales de trazabilidad. El objetivo será combatir operaciones inexistentes y facturación falsa, con facultades para suspender CFDI y revisar operaciones de todo tipo de contribuyentes.
Mexconomy — El entorno fiscal en México se encamina hacia una etapa de supervisión más intensa y tecnológicamente sofisticada. De cara a 2026, el uso de herramientas digitales de trazabilidad permitirá a la autoridad tributaria ampliar su capacidad de detección y respuesta frente a prácticas irregulares, particularmente en materia de facturación.
Un especialista fiscal de Mexconomy advirtió que el Servicio de Administración Tributaria prepara un combate frontal contra las operaciones inexistentes, uno de los ejes centrales de la reforma en curso. El foco estará puesto en la identificación de emisores de facturas falsas y en el seguimiento puntual de las operaciones que los contribuyentes reportan en sus declaraciones.
De acuerdo con el especialista, una vez que la autoridad detecta una posible factura apócrifa, el procedimiento puede resolverse en un plazo de hasta 15 días hábiles. En ese periodo, los contribuyentes deberán acreditar que la operación fue real mediante evidencias como registros de videovigilancia, fotografías, comprobantes de compra y documentación que respalde la materialidad de la transacción.
El escenario descrito apunta a una fiscalización digital más eficiente y constante. El uso de tecnologías permitirá al SAT enviar un mayor número de requerimientos e invitaciones para que los contribuyentes revisen y aclaren sus operaciones, en un esquema de supervisión preventiva que reduce los márgenes de discrecionalidad y acelera los procesos de verificación.
Estas medidas, subrayó el especialista, se aplicarán de manera generalizada, sin distinción por tamaño de empresa o régimen fiscal. Además, la autoridad cuenta con la facultad de suspender la emisión de CFDI (Comprobante Fiscal Digital por Internet), una acción que puede paralizar de forma inmediata la operación de un negocio, lo que incrementa el impacto de cualquier observación no atendida.
Ante este panorama, la recomendación es mantenerse atentos a los comunicados oficiales y asumir que la autoridad dispone de un mayor conocimiento de las operaciones empresariales. En un entorno de vigilancia reforzada, cumplir de manera correcta y oportuna con las obligaciones fiscales se perfila como la principal estrategia de mitigación de riesgos.

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