Los indicadores trimestrales de la Oferta y Demanda Global y del Ahorro Bruto revelan un crecimiento sostenido por el consumo y las importaciones, mientras la inversión productiva y la capacidad interna de financiamiento muestran señales claras de agotamiento.
Mexconomy — En cifras desestacionalizadas, la oferta y demanda global de bienes y servicios aumentó 0.7% trimestral y 1.0% anual. A primera vista, el dato sugiere estabilidad. Sin embargo, el desglose de sus componentes muestra una composición preocupante: el Producto Interno Bruto (PIB cayó 0.3% trimestral), mientras que las importaciones crecieron 2.6%. Es decir, la economía demandó más bienes y servicios, pero una mayor proporción provino del exterior.
Del lado de la demanda, el consumo privado avanzó 1.1% trimestral y 1.4% anual, consolidándose como el principal sostén del casi nulo crecimiento. El consumo de gobierno retrocedió 0.1%, reflejo de una política fiscal más restrictiva en el corto plazo.
El dato más crítico corresponde a la Formación Bruta de Capital Fijo, que cayó 0.8% trimestral y se desplomó 7.6% anual, confirmando un ciclo prolongado de debilidad en la inversión.
Las exportaciones ofrecieron un alivio parcial. Aunque disminuyeron 0.9% trimestral, crecieron 3.9% anual, aportando 1.4 puntos porcentuales al PIB del trimestre. No obstante, este impulso fue neutralizado por el avance de las importaciones, cuya contribución restó dinamismo al crecimiento interno.
El resultado agregado fue un PIB prácticamente estancado en el margen.
La fragilidad de la economía mexicana se acentúa al observar el comportamiento del ahorro. En el tercer trimestre de 2025, el Ahorro Bruto retrocedió 2.7% trimestral, pese a crecer 1.8% anual. En términos absolutos, se ubicó en 6.6 billones de pesos, equivalente a 18.7% del PIB. Aunque el ahorro de la economía interna aumentó, el financiamiento proveniente del exterior fue negativo (-0.5% del PIB), limitando la capacidad de sostener la inversión.
El mensaje macroeconómico es inequívoco. México crece apoyado en el consumo y en una mayor dependencia de importaciones, mientras la inversión productiva y el ahorro pierden tracción. Esta combinación eleva los riesgos para 2026: sin un repunte sostenido de la inversión fija y sin fortalecer el ahorro interno, el crecimiento es más vulnerable aún a choques externos y a la desaceleración global.
En suma, la economía mexicana avanza, pero con dificultad. El tercer trimestre confirma un patrón preocupante: consumo resiliente, inversión débil y un equilibrio externo que se sostiene con mayor dependencia del exterior. Un escenario que exige correcciones de fondo si se busca crecimiento sostenible.
Nota al lector: la gráfica interactiva está optimizada para su correcta lectura y exploración en pantallas de mayor tamaño (computadora o tableta). En dispositivos móviles, algunos detalles de ejes, etiquetas o series pueden visualizarse de forma limitada.
Fuente: INEGI, Sistema de Cuentas Nacionales de México (SCNM). Indicadores Trimestrales de la Oferta y Demanda Global de Bienes y Servicios y del Indicador Trimestral del Ahorro Bruto, correspondientes al tercer trimestre de 2025. Cifras desestacionalizadas y originales, preliminares, elaboradas con el método X-13ARIMA-SEATS/Mexconomy.

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