Aunque octubre de 2025 cerró con un ligero avance mensual, los datos de las Empresas Constructoras confirman que el sector opera bajo una contracción profunda, prolongada y desigual, con riesgos crecientes para el empleo, la inversión y la dinámica económica regional.
Mexconomy — En cifras desestacionalizadas, el valor de producción aumentó apenas 0.1% mensual, un rebote técnico que contrasta con una caída anual de 14.0%. Este diferencial revela un serio problema: la actividad constructora no logra recomponer su nivel frente a 2024, y el leve crecimiento de corto plazo resulta insuficiente para revertir el deterioro acumulado.
El mercado laboral confirma la debilidad del sector. El personal ocupado total creció 0.2% mensual, impulsado principalmente por el personal no dependiente (+4.2%), una señal de precarización y subcontratación. En contraste, a tasa anual el empleo en la construcción se contrajo 6.8%, con caídas más severas entre los obreros (-7.9%), el núcleo operativo del sector.
Las horas trabajadas aumentaron 1.4% mensual, pero acumulan una disminución anual de 7.0%. Este desajuste sugiere una mayor intensidad laboral en un contexto de menos proyectos y menor plantilla, lo que eleva riesgos de productividad y sostenibilidad empresarial. El ajuste no es homogéneo: mientras el personal no dependiente incrementa su carga de trabajo, el empleo formal sigue reduciéndose.
Las remuneraciones medias reales subieron 3.0% anual, pero este avance no refleja fortaleza, sino un efecto composición. Los salarios de los obreros crecieron 5.0%, mientras los sueldos administrativos apenas 0.1%. El aumento salarial ocurre en un entorno de contracción productiva, lo que presiona costos sin una base sólida de crecimiento.
La radiografía regional profundiza las alertas. A nivel nacional, el índice de valor de producción se ubicó en 83.8 puntos, muy por debajo del nivel base. Entidades como Campeche (-68.1%), Oaxaca (-73.3%), Tabasco (-64.0%) y Quintana Roo (-67.7%) muestran colapsos severos, mientras algunos repuntes —como Baja California Sur (+41.1%) o Guerrero (+42.7%)— responden a proyectos específicos y no a una recuperación generalizada.
El balance es claro: la construcción mexicana sobrevive con impulsos aislados, empleo más precario y una base productiva debilitada. Sin certidumbre en la inversión pública y privada, planeación de largo plazo y fortalecimiento del empleo formal, el sector corre el riesgo de convertirse en un freno para el crecimiento económico en 2026.
Nota al lector: la gráfica interactiva está optimizada para su correcta lectura y exploración en pantallas de mayor tamaño (computadora o tableta). En dispositivos móviles, algunos detalles de ejes, etiquetas o series pueden visualizarse de forma limitada.
Fuente: INEGI, Encuesta Nacional de Empresas Constructoras (ENEC). Cifras desestacionalizadas y originales. Series ajustadas mediante el método X-13ARIMA-SEATS / Mexconomy . Cifras preliminares sujetas a revisión.

0 Comentarios