La Secretaría de Economía inició una investigación antidumping y antisubvención contra importaciones de cerdo de Estados Unidos, en respuesta al arancel de 17.09% impuesto al tomate mexicano. La medida presiona negociaciones bilaterales bajo el marco del T-MEC.
Mexconomy — La relación comercial agroalimentaria entre México y Estados Unidos volvió a tensarse tras el anuncio de una investigación antidumping y antisubvención contra las importaciones de pierna y espaldilla de cerdo originarias del mercado estadounidense. La decisión ocurre en un contexto de fricciones comerciales recientes, marcadas por la imposición de un arancel al tomate mexicano por parte de Washington.
La Secretaría de Economía federal informó que la pesquisa busca determinar si las importaciones de carne de cerdo desde Estados Unidos ingresan al mercado mexicano en condiciones de precios desleales o con apoyos gubernamentales que distorsionen la competencia. Especialistas del sector interpretan la medida como una respuesta directa al gravamen de 17.09% aplicado por la Unión Americana a las exportaciones mexicanas de tomate.
La investigación podría convertirse en un elemento de presión para que la Administración Trump alcance un acuerdo con México. El objetivo sería destrabar los envíos de cerdo a cambio de retirar el arancel a la hortaliza, uno de los principales productos agroexportadores del país.
Las cifras comerciales muestran la relevancia del mercado mexicano para la industria porcina estadounidense. Entre enero y septiembre del presente año, México concentró el 42.6% de las exportaciones totales de cerdo de Estados Unidos, al recibir 747 mil 646 toneladas con un valor de 1.8 mil millones de dólares, según datos del Departamento de Agricultura de Estados Unidos. Mientras las exportaciones globales de carne de cerdo de ese país cayeron 2% anual, los envíos a México crecieron 2% en volumen y 7% en valor.
Del lado mexicano, se estima que la autosuficiencia nacional en carne de cerdo se ubica en 49%, lo que obliga a mantener un flujo constante de importaciones estadounidenses para abastecer el mercado interno.
La investigación es un instrumento legítimo cuando existen fundamentos técnicos sólidos. Su aplicación debe realizarse con transparencia y apego a los compromisos comerciales internacionales, particularmente los establecidos en el T-MEC. El proceso abre un nuevo capítulo en la disputa agroalimentaria bilateral, con implicaciones directas para productores, consumidores y la estabilidad del intercambio entre ambos países.

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