El bitcoin registró una nueva caída en los mercados globales al cotizarse cerca de los 86 mil dólares este lunes, acumulando pérdidas en diciembre y rompiendo su correlación con otros activos de riesgo, pese al reciente recorte de tasas de la Reserva Federal.
Mexconomy — La volatilidad volvió a marcar el rumbo del mercado de criptomonedas en el cierre de la tercera semana de diciembre, cuando el bitcoin profundizó una tendencia negativa que contrasta con el desempeño reciente de otros activos financieros. El retroceso ocurre en un contexto de ajustes monetarios en Estados Unidos y de creciente cautela entre inversionistas globales.
El bitcoin cayó este lunes 2.51% para ubicarse en 86 mil 228.9 dólares. La baja se suma a una serie de jornadas desfavorables registradas a lo largo de diciembre, lo que abre la posibilidad de que la principal criptomoneda del mercado cierre el año con un descenso acumulado, tras un periodo previo de alta volatilidad.
El comportamiento resulta particularmente relevante porque rompe la correlación alcista que el bitcoin ha mantenido históricamente con otros activos de riesgo. A diferencia de lo ocurrido en ciclos anteriores, la criptomoneda no logró beneficiarse del reciente recorte de tasas anunciado por la Reserva Federal la semana pasada, una decisión que impulsó al alza a distintos mercados financieros tradicionales.
La presión bajista no se limitó al bitcoin. Otras criptodivisas relevantes también registraron pérdidas significativas durante la jornada. El ether, principal competidor del bitcoin, mostró una caída superior al 4%, mientras que dogecoin retrocedió más de 3% y XRP acumuló pérdidas por encima del 5%, reflejando un ajuste generalizado en el sector.
Para la mañana de este martes, el par BTC/USD se ubicaba en torno a los 86 mil 417 dólares, con variaciones marginales tras una caída diaria cercana al 4.5%, según registros de mercado con corte a las 10:32 UTC del 16 de diciembre. El movimiento refuerza la percepción de que el mercado cripto atraviesa una fase de corrección, marcada por cautela, menor apetito por riesgo y una reevaluación de expectativas ante el entorno monetario global.
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