En marzo de 2025, México logró un superávit comercial de 3,442 millones de dólares. Sin embargo, su análisis revela que detrás del aparente éxito hay claros signos de debilidad: baja inversión productiva, impacto de aranceles estadounidenses y el fracaso del sector exportador petrolero.

Mexconomy - La información de la Balanza Comercial de Mercancías de México (INEGI) a marzo de 2025, muestra resultados mixtos que, aunque en apariencia positivos, esconden debilidades estructurales preocupantes para la economía mexicana.

Superávit comercial y crecimiento de exportaciones: El saldo positivo en marzo alcanzó 3,442 millones de dólares, superior al de febrero (2,212 millones). Este resultado provino principalmente de un aumento en el superávit de productos no petroleros y una disminución en el déficit de productos petroleros. Las exportaciones crecieron 9.6% anual y las importaciones 7.1% anual.

Alta concentración y riesgos en exportaciones: Aunque el crecimiento exportador se ve sólido, el 84.5% de las exportaciones no petroleras van dirigidas a Estados Unidos, lo que representa un alto riesgo sistémico ante cualquier choque económico o político en ese país. Además, el sector automotriz, pilar manufacturero de México, muestra una caída acumulada trimestral de -3.9%, una señal preocupante en un entorno de nuevas barreras comerciales.

Debilidad en inversión productiva: La caída de 1.3% en las importaciones de bienes de capital en marzo y de 7.3% en el primer trimestre refleja directamente la disminución de la inversión productiva en México. Sin maquinaria, tecnología ni infraestructura nueva, se compromete seriamente el crecimiento futuro.

Impacto inicial de los aranceles de Trump: La caída en las exportaciones agropecuarias (-2.8% anual en marzo) y la caída trimestral de las exportaciones automotrices son evidencias tempranas del efecto negativo de los aranceles impuestos por el gobierno de Donald Trump sobre productos mexicanos. Aunque el impacto completo se manifestará en los próximos meses, ya comienzan a erosionar la posición exportadora nacional.

Fracaso del sector petrolero exportador: El sector exportador de PEMEX confirma su fracaso: las exportaciones petroleras cayeron 21.9% en el primer trimestre de 2025. Aunque el volumen exportado de crudo aumentó, la baja de precios y la falta de eficiencia hacen que México siga cargando un déficit estructural en su balanza petrolera.

Cifras desestacionalizadas: alerta temprana de desaceleración: Ajustadas por estacionalidad, las exportaciones crecieron 2.96% mensual en marzo, mientras que las importaciones crecieron 4.43%. El dinamismo mayor de las importaciones sobre las exportaciones podría anticipar un debilitamiento de la balanza comercial en los próximos trimestres.

Sector externo agrietado: Aunque México reporta un superávit comercial en marzo, las bases que lo sostienen son frágiles y cada vez más expuestas a riesgos externos e internos. La caída en inversión productiva, el impacto de los aranceles estadounidenses y el fracaso petrolero colocan al modelo comercial mexicano en una situación de vulnerabilidad creciente. Si no se diversifican mercados, no se incentiva la inversión en sectores de alto valor agregado y no se fortalece una transición energética seria, el país enfrentará una pérdida gradual de competitividad en el escenario global.