El análisis econométrico del ciclo contractivo revela profundas vulnerabilidades. Inequívocamente la economía mexicana ha entrado en una fase de recesión técnica caracterizada por su persistencia temporal, su amplitud sectorial y su potencial profundización en el horizonte inmediato.

Mexconomy Unidad de Análisis Macroeconómico

Ciudad de México, 6 de mayo de 2025.- El reciente informe del Sistema de Indicadores Cíclicos (SIC) publicado por el INEGI confirma empíricamente lo que análisis econométricos de Mexconomy anticipaban: la economía mexicana ha entrado en una fase de recesión técnica caracterizada por un deterioro sistemático y persistente de sus principales variables macroeconómicas. Los datos correspondientes a febrero-marzo 2025 revelan una contracción sostenida que trasciende las fluctuaciones coyunturales para evidenciar deficiencias estructurales de profundo calado.

El Indicador Coincidente, que refleja el estado general de la economía, registró en febrero de 2025 un valor de 99.6 puntos, situándose 0.4 puntos por debajo de su tendencia de largo plazo y acumulando una contracción secuencial de 0.07 puntos. Este comportamiento no constituye un fenómeno aislado sino la manifestación de una tendencia contractiva ininterrumpida durante doce períodos consecutivos, configurando así un ciclo recesivo clásico según la metodología de la OCDE.

La descomposición factorial del Indicador Coincidente revela asimetrías significativas en la contribución de sus distintos componentes al ciclo contractivo. Especialmente preocupante resulta el comportamiento del Indicador de Actividad Industrial, cuya contracción de 0.15 puntos en febrero evidencia un proceso de desindustrialización acelerada con potenciales efectos multiplicadores negativos sobre el resto de la economía.

El análisis de correlaciones dinámicas entre los distintos componentes del Indicador Coincidente muestra un incremento en la sincronización de los movimientos contractivos, elevando el riesgo de retroalimentación negativa entre sectores. La correlación entre la disminución del empleo formal (-0.06 en asegurados IMSS) y la contracción de la actividad industrial (-0.15) alcanza niveles estadísticamente significativos (p<0.01), sugiriendo un mecanismo de transmisión directo entre el debilitamiento del sector secundario y la precarización del mercado laboral.

Modelización predictiva basada en el Indicador Adelantado

Si la situación actual resulta preocupante desde una perspectiva estructural, la proyección econométrica basada en el comportamiento del Indicador Adelantado sugiere un escenario aún más adverso. El valor de 99.4 puntos registrado en marzo 2025, con una contracción secuencial de 0.18 puntos, representa la undécima diferencia mensual negativa consecutiva, configurando uno de los ciclos contractivos más prolongados desde la implementación del SIC.

Utilizando modelos predictivos basados en la relación histórica entre el Indicador Adelantado y el comportamiento subsecuente del PIB, nuestros análisis sugieren que, de mantenerse la tendencia actual, la economía mexicana enfrentaría una contracción anualizada de entre 0.7% y 1.3% para el cierre de 2025 (IC 95%), significativamente peor que el consenso actual de los analistas.

La desagregación de los componentes del Indicador Adelantado permite identificar vulnerabilidades estructurales específicas que alimentan el ciclo contractivo:

1. Colapso de expectativas de inversión: El indicador de confianza empresarial en su componente "momento adecuado para invertir" registra la contracción más severa (-0.32 puntos), evidenciando un deterioro en las expectativas de retorno sobre el capital que trasciende factores coyunturales. La persistencia de este indicador en territorio negativo durante once meses consecutivos sugiere un problema de confianza estructural y no meramente cíclico.

2. Divergencia entre mercados financieros y economía real: Mientras el índice de la BMV en términos reales muestra una ligera recuperación (+0.05), los indicadores de la economía real continúan deteriorándose, generando una divergencia insostenible que anticipa una potencial corrección brusca de los activos financieros. La correlación histórica entre ambas series sugiere que, ante persistentes divergencias, es la valoración bursátil la que eventualmente converge hacia los fundamentos económicos, no a la inversa.

3. Deterioro del entorno internacional: La pronunciada caída del índice S&P 500 (-0.36 puntos) señala un deterioro significativo en las perspectivas de la economía estadounidense, principal destino de las exportaciones mexicanas. Considerando la elevada elasticidad histórica entre la actividad económica estadounidense y el sector exportador mexicano (β = 1.7), este factor exógeno podría amplificar el ciclo contractivo doméstico.

Implicaciones para la política económica

El análisis estructural del ciclo recesivo actual revela limitaciones importantes en la efectividad potencial de los instrumentos convencionales de política contracíclica:

1. Restricciones de política monetaria: La persistente tendencia negativa de la Tasa de Interés Interbancaria de Equilibrio (-0.21 puntos) sugiere que, a pesar de una postura relativamente expansiva, la política monetaria no está logrando estimular la actividad económica real, evidenciando un posible escenario de trampa de liquidez o, más probablemente, de inefectividad de la transmisión monetaria hacia sectores productivos.

2. Restricciones fiscales estructurales: La contracción sostenida en la recaudación tributaria asociada al debilitamiento de la actividad económica (-0.08 en IGAE) limita el espacio fiscal disponible para implementar políticas contracíclicas efectivas, precisamente cuando resultan más necesarias.

3. Rigideces en el mercado laboral: La persistencia de presiones en el mercado laboral, evidenciada por el deterioro simultáneo en la tasa de desocupación urbana (+0.03 puntos) y en el número de asegurados permanentes del IMSS (-0.06 puntos), sugiere problemas estructurales de absorción de mano de obra que podrían exacerbarse ante políticas inadecuadas de salario mínimo o rigideces adicionales introducidas por la reforma laboral.

Escenarios prospectivos

La modelización económica basada en los indicadores cíclicos permite identificar tres escenarios prospectivos para la economía mexicana en el horizonte de 2025:

Escenario base (probabilidad 65%): Profundización del ciclo contractivo con crecimiento negativo del PIB entre -0.7% y -1.3% para 2025, acompañado de un deterioro adicional del mercado laboral con pérdida neta de aproximadamente 220,000 empleos formales.

Escenario adverso (probabilidad 25%): Contracción severa derivada de la combinación de factores internos y externos, con caída del PIB superior al 2%, incremento de la tasa de desocupación por encima del 5% y potencial crisis de balanza de pagos ante la confluencia de salidas de capital y deterioro de la cuenta corriente.

Escenario de recuperación moderada (probabilidad 10%): Reversión parcial de tendencias contractivas hacia el último trimestre de 2025, condicionada a una mejora significativa en el entorno internacional y a la implementación de reformas estructurales que restauren la confianza inversionista.

Revisión del modelo de ciclos económicos mexicano

Los datos analizados sugieren la necesidad de reconsiderar algunas premisas fundamentales sobre el comportamiento cíclico de la economía mexicana:

1. Asincronía con ciclo estadounidense: Contrario a las hipótesis dominantes sobre la sincronización de ciclos entre México y Estados Unidos, el actual ciclo contractivo mexicano precedió al deterioro del S&P 500, sugiriendo factores idiosincráticos domésticos como principales detonantes de la recesión técnica.

2. Debilitamiento de estabilizadores automáticos: La velocidad de propagación intersectorial de la contracción sugiere un debilitamiento de los mecanismos estabilizadores tradicionales, posiblemente asociado a cambios estructurales en el sistema financiero y en la arquitectura institucional económica.

3. Naturaleza estructural vs. cíclica: La persistencia temporal de indicadores negativos (doce meses consecutivos) trasciende la duración típica de fluctuaciones puramente cíclicas, sugiriendo componentes estructurales en la actual fase contractiva que limitarían la efectividad de medidas contracíclicas convencionales.

Los indicadores adelantados, particularmente el colapso en la confianza empresarial y el deterioro del entorno internacional, sugieren que la fase contractiva no solo persistirá sino que podría intensificarse durante el resto de 2025, elevando significativamente la probabilidad de un crecimiento anual negativo.

La presente coyuntura constituye, por tanto, no solo un reto cíclico de corto plazo sino una amenaza potencial de deterioro estructural con consecuencias persistentes para la trayectoria de crecimiento potencial de la economía mexicana.


Nota metodológica: El presente análisis se basa exclusivamente en datos oficiales publicados por el INEGI en su Sistema de Indicadores Cíclicos para febrero/marzo de 2025. La modelización econométrica de @mexconomy utiliza metodologías estándar de series temporales incluyendo modelos VAR, análisis de componentes principales y modelos de probabilidad condicional para la generación de escenarios prospectivos.