La economía mexicana no se encuentra en crisis, pero tampoco está en equilibrio. El Reporte de Estabilidad Financiera (junio 2025) del Banco de México dibuja un panorama técnico prudente entrelíneas, pero revela una verdad cada vez más difícil de ocultar y que Mexconomy reiteradamente ha advertido: la fragilidad estructural del modelo económico vigente, sostenido por una mezcla riesgosa de alto gasto público, bajo crecimiento y dependencia de condiciones externas.
Mexconomy - Según el informe, los indicadores financieros del país —como la capitalización bancaria, la liquidez del sistema y el control de la inflación— permanecen dentro de márgenes saludables. Pero esta estabilidad es, en buena medida, una fachada técnica que no puede disimular las tensiones acumuladas en la economía real.
El documento advierte sobre un entorno global más riesgoso, dominado por tasas de interés persistentemente altas, tensiones geopolíticas crecientes y posibles reversiones abruptas de capitales hacia economías desarrolladas. México, señala el Banco Central, se encuentra especialmente expuesto debido a su alta proporción de deuda pública en manos de inversionistas extranjeros y a una economía interna que no ha logrado recuperar su dinamismo desde la pandemia.
Sin afirmarlo de manera explícita, el reporte insinúa que el nearshoring no ha detonado aún el auge prometido, mientras que la inversión privada sigue siendo baja en términos históricos. El motor fiscal —el gasto público— comienza a mostrar señales de agotamiento: déficit elevado, uso intensivo de fondos de emergencia y presión creciente sobre los ingresos tributarios.
Cuatro riesgos sistémicos que Banxico identifica (y el gobierno minimiza)
El REF 2025 identifica cuatro grandes riesgos que podrían comprometer la estabilidad financiera del país:
- 1. Restricción financiera global: Persistencia de tasas altas a nivel internacional y posible endurecimiento adicional por parte de la Reserva Federal.
- 2. Tensiones geopolíticas: Riesgos asociados a conflictos como Ucrania, el Indo-Pacífico y la política proteccionista de Estados Unidos bajo la administración Trump.
- 3. Recalibración de primas de riesgo: Temor a que inversionistas ajusten su percepción sobre países emergentes, afectando el financiamiento de México.
- 4. Deterioro económico interno: Baja productividad, informalidad persistente, y un posible repunte en la morosidad del sistema bancario.
Ninguno de estos riesgos es menor, y todos están conectados por un hilo invisible que el documento insinúa pero nunca articula abiertamente: el agotamiento de un modelo económico que privilegió la estabilidad nominal sin resolver las bases productivas del país.
El sector bancario mexicano se mantiene bien capitalizado y resistente a choques moderados, de acuerdo con las pruebas de estrés realizadas por el banco central. Sin embargo, el informe reconoce que la calidad de la cartera crediticia comienza a deteriorarse, sobre todo en créditos de consumo e hipotecarios. Esto refleja no solo el impacto de tasas elevadas, sino también la debilidad de los ingresos familiares y la desaceleración del empleo formal.
Más allá de los bancos, el REF pone atención especial en el riesgo de concentración del ahorro institucional —fondos de pensiones y aseguradoras— en instrumentos de deuda pública. Un deterioro en la percepción de la deuda soberana podría contaminar directamente al ahorro de largo plazo de millones de mexicanos.
Si bien el Banco de México evita cualquier señalamiento político explícito, el informe contiene múltiples alertas implícitas. La más evidente: el modelo de estabilidad macroeconómica basado en disciplina monetaria ya no es suficiente si no va acompañado de reformas productivas, fortalecimiento institucional y claridad en las reglas del juego.
La omisión más significativa es precisamente el silencio sobre la estrategia económica del gobierno. Al no evaluar directamente las decisiones fiscales, regulatorias o de inversión pública, Banxico parece intentar proteger su autonomía técnica frente a un entorno crecientemente centralizado y politizado. Pero el subtexto es claro: el país no está blindado y podría enfrentar choques severos si no cambia de rumbo.
El mensaje final que deja el REF junio 2025 no debe interpretarse como optimista ni catastrofista. Debe leerse como un llamado a reconocer los límites del modelo actual. En ausencia de una estrategia integral que reactive la inversión privada, corrija el deterioro fiscal y promueva productividad real, la estabilidad financiera mexicana seguirá flotando sobre un mar de incertidumbre estructural.
Fuente: Banco de México, Reporte de Estabilidad Financiera, junio 2025.
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