El arancel del 17.09% impuesto por Estados Unidos al jitomate mexicano representa más que una simple medida comercial: es un ejemplo textbook de cómo las presiones políticas sectoriales pueden distorsionar mercados eficientes y generar pérdidas netas de bienestar económico.

Mexconomy — La decisión de la administración Trump de cancelar el Acuerdo de Suspensión de Tomate (TSA) tras 28 años de vigencia responde a una estrategia de proteccionismo selectivo que beneficia a un grupo concentrado de productores en Florida a costa de millones de consumidores estadounidenses y la eficiencia del mercado norteamericano.

Desde la perspectiva de la teoría económica, esta medida ilustra perfectamente el concepto de búsqueda de rentas (rent-seeking). Los productores floridanos, que representan el 70% de la producción estadounidense pero apenas el 30% del consumo total, han logrado capturar el proceso regulatorio para obtener protección artificial contra la competencia mexicana.

El senador republicano Rick Scott justificó la medida argumentando que la participación del tomate estadounidense cayó del 80% en 1994 al 30% actual. Sin embargo, esta cifra refleja precisamente el funcionamiento normal del mercado: los consumidores prefieren el producto mexicano por su mejor relación calidad-precio y disponibilidad durante todo el año.

La Florida Tomato Exchange (FTE) ha denunciado que las importaciones mexicanas crecieron 400% en 20 años, pero omite mencionar que este crecimiento responde al aumento natural de la demanda y a la ventaja comparativa de México en este sector.

Ventaja Comparativa

México posee una ventaja comparativa natural en la producción de jitomate que resulta difícil de replicar artificialmente. Las condiciones climáticas favorables durante todo el año, los menores costos de producción y la proximidad geográfica que reduce gastos de transporte, han convertido a México en el productor marginal más eficiente del mercado norteamericano.

La declaración de la presidenta Claudia Sheinbaum de que el jitomate mexicano "no tiene sustituto" es económicamente precisa. Estados Unidos depende entre 55% y 70% del abasto mexicano, según diferentes estimaciones, lo que demuestra que la producción doméstica estadounidense no puede satisfacer la demanda interna sin generar escasez o aumentos significativos de precios.

Esta dependencia estructural explica por qué el arancel no eliminará las importaciones mexicanas, sino que simplemente transferirá el costo adicional a los consumidores estadounidenses, generando inflación en un producto básico de la canasta alimentaria.

El análisis económico de este arancel revela un patrón típico de redistribución regresiva. Los beneficiarios son un grupo pequeño y concentrado: los productores de Florida, que recibirán rentas extraordinarias temporales gracias a la protección artificial.

Por el contrario, los perdedores son múltiples y dispersos. Los consumidores estadounidenses enfrentarán aumentos de precios que el senador demócrata de Arizona Rubén Gallego estima en hasta 50%, lo que constituye efectivamente "un impuesto para la gente trabajadora".

El impacto regional será desigual. Mientras Florida celebra la medida, estados fronterizos como Texas y Arizona alertan sobre consecuencias devastadoras. La Texas International Produce Association (TIPA) calcula que están en riesgo 47,000 empleos y un impacto económico de 8,300 millones de dólares.

Esta disparidad refleja las diferentes estructuras económicas regionales: Florida se beneficia de la protección a su industria local, mientras que Texas y Arizona, más integrados a las cadenas de valor binacionales, sufren las consecuencias de la disrupción comercial.

El arancel genera una pérdida neta que los economistas denominan deadweight loss. Esta pérdida surge porque el arancel fuerza a los consumidores a comprar un producto más caro (tomate de Florida) en lugar del más eficiente (tomate mexicano).

El presidente de TIPA, Dante Galeazzi, lo explica con claridad: "Los tomates mexicanos representan cerca del 70% de los tomates frescos que se consumen en este país. Si inmediatamente eres incapaz de que ese 70% de la oferta acceda al mercado, esos precios van a subir".

Esta distorsión no solo afecta los precios, sino que también reduce la innovación y competitividad de la industria protegida. Los productores floridanos, al contar con protección artificial, tienen menores incentivos para mejorar su eficiencia o innovar en sus procesos productivos.

Por Qué el Arancel Será Ineficaz

El jitomate presenta características económicas que hacen particularmente ineficaz la imposición de aranceles. Su baja elasticidad de sustitución en el corto plazo significa que los consumidores no pueden fácilmente reemplazarlo por otros productos, especialmente considerando que es un insumo básico en la industria alimentaria y restaurantera.

Además, la producción agrícola tiene largos ciclos de inversión. Aunque los productores floridanos reciban señales de precios más favorables, no pueden expandir su producción de manera inmediata para satisfacer la demanda que anteriormente cubría México.

Por esta razón, Sheinbaum puede afirmar con confianza que México "va a seguir exportando el jitomate mexicano aún con el arancel", porque la demanda estadounidense seguirá ahí, independientemente del precio artificialmente inflado.

La imposición unilateral de este arancel establece un precedente peligroso que podría escalar hacia una guerra comercial más amplia. México ha anunciado que estudiará "otras acciones" si no se llega a un acuerdo antes del 1 de agosto, lo que sugiere posibles retaliaciones en otros sectores.

Esta escalada sería particularmente contraproducente considerando que México es el principal socio comercial de Estados Unidos y que ambas economías están profundamente integradas a través del T-MEC (USMCA).

El caso del arancel al jitomate mexicano ofrece varias lecciones importantes sobre la economía política del proteccionismo. Primero, demuestra cómo grupos de interés concentrados pueden influir en políticas públicas para obtener beneficios particulares, incluso cuando estas políticas generan pérdidas netas para la sociedad.

Segundo, ilustra la importancia de la geografía económica en las decisiones comerciales. La oposición de Texas y Arizona refleja que los costos y beneficios del proteccionismo se distribuyen de manera desigual en el territorio, creando tensiones políticas internas.

Tercero, confirma que en mercados integrados como el norteamericano, las medidas proteccionistas tienden a ser contraproducentes porque generan efectos spillover que afectan a múltiples sectores y regiones.

En última instancia, este conflicto refleja la tensión permanente entre la lógica económica de la eficiencia y la lógica política de la protección sectorial. Mientras los mercados tienden hacia la eficiencia, las democracias generan incentivos para que grupos organizados busquen protección gubernamental, incluso cuando esto reduce el bienestar general.

Impacto del Arancel al Jitomate Mexicano

Dependencia de EU del Jitomate Mexicano vs. Producción Doméstica

Importaciones de México (55-70%)
Producción de Florida (21%)
Otros estados EU (9%)

Impacto del Arancel del 17.09%

  • Consumidores: Aumento de precios hasta 50% en jitomate fresco
  • Texas y Arizona: 47,000 empleos en riesgo, $8,300 millones de impacto
  • Florida: Protección artificial a productores locales
  • México: Mantiene exportaciones pese al arancel por falta de sustitutos