El Indicador Global de Opinión Empresarial de Confianza (IGOEC) se estancó en 48.7 puntos durante junio de 2025, marcando cuatro meses consecutivos por debajo del umbral de los 50 puntos, lo que refleja un clima de cautela y preocupación en el sector empresarial. En términos anuales, el indicador cayó 4.5 puntos, señal de un deterioro consistente en la percepción de los empresarios sobre la situación económica del país y de sus negocios.
El IGOEC se construye con los resultados de la Encuesta Mensual de Opinión Empresarial (EMOE) y pondera las expectativas de Industrias manufactureras, Construcción, Comercio y Servicios privados no financieros. Cada sector reportó datos que confirman una tendencia de enfriamiento en la confianza, impulsada por la percepción de que el momento no es adecuado para invertir y que la situación económica del país permanece en zona de incertidumbre.
Gráfica: Evolución del IGOEC
Confianza por Sectores: Ninguno Remonta Consistentemente
Industrias manufactureras se colocaron en 49.3 puntos en junio, con una disminución anual de 3.8 puntos, mientras que Construcción se mantiene en 47.7 puntos pese a un ligero aumento mensual, encadenando 10 meses debajo de 50 puntos. Comercio alcanzó 47.5 puntos tras una caída anual de 5.9 puntos, y Servicios privados no financieros descendieron a 49.1 puntos, perdiendo 4.4 puntos respecto al año pasado.
Un elemento crítico es el desplome sostenido del componente “momento adecuado para invertir”, con cifras que oscilan entre 23.4 y 37.5 puntos dependiendo del sector, y con más de 140 meses consecutivos por debajo de 50 puntos en algunos casos. El panorama evidencia que los empresarios perciben riesgos e incertidumbre, al mismo tiempo que enfrentan menores expectativas de crecimiento en un entorno de contracción de consumo y condiciones de crédito más restrictivas.
¿Qué nos dice esta tendencia?
La caída persistente del IGOEC y de los Indicadores de Confianza Empresarial por sector refleja que la economía mexicana transita un periodo de estancamiento de expectativas. Los empresarios se mantienen cautelosos, limitando inversiones y evitando la expansión de operaciones en un contexto de debilitamiento del mercado interno y percepciones de incertidumbre política y de seguridad.
Este entorno obliga a repensar las políticas de fomento a la inversión, ya que las señales que emite la confianza empresarial son un termómetro adelantado de la actividad económica. Si no se logra revertir esta tendencia, la desaceleración en la inversión privada podría consolidarse durante el segundo semestre de 2025.
0 Comentarios