La empresa de David Peñaloza Alanís concreta la venta de su terminal en el Puerto de Altamira a una filial de MSC. El movimiento redefine su estrategia: se retira del negocio portuario para apostar todo a las autopistas.

Mexconomy — En una decisión que marca un punto de inflexión en su modelo de negocios, Pinfra —una de las principales firmas de infraestructura del país— ha cerrado la venta de su terminal portuaria en Altamira por más de 800 millones de dólares. La operación implica el retiro definitivo del sector portuario y una apuesta total por su actividad más rentable: la infraestructura carretera.

La transacción fue ejecutada por su subsidiaria Infraestructura Portuaria Mexicana (IPM), que vendió el 100% de su participación en la concesión a Terminal Investment Limited Holding (TIL), filial del conglomerado naviero Mediterranean Shipping Company (MSC), la mayor naviera del mundo.

Lejos de ser una simple desinversión, la operación —autorizada por la Comisión Federal de Competencia Económica (Cofece)— representa una jugada estratégica de alto calibre. Para Pinfra, supone monetizar un activo rentable pero periférico; para TIL-MSC, significa adquirir una terminal con capacidad para movilizar 500 mil contenedores al año y con concesión vigente hasta 2056, lo que les otorga un control vertical decisivo sobre la logística en uno de los puertos clave del Golfo de México.

La decisión empresarial se sostiene sobre una lógica clara de concentración de capital y eficiencia operativa. Aunque el puerto generaba ingresos estables, solo aportaba el 7% de las utilidades totales de la compañía. Su venta permite a Pinfra:

Liberar recursos financieros de gran escala que podrán reinvertirse en su negocio core de autopistas y carreteras de peaje.
Reforzar su posición financiera para competir por nuevos contratos y ejecutar obras de gran envergadura.
Simplificar su estructura operativa al salir de un sector con dinámicas logísticas complejas y distintas.

Por su parte, la llegada de TIL a Altamira podría modificar el equilibrio portuario en el país. Con el respaldo financiero y logístico de MSC, se anticipa una inyección sustancial de capital y tecnología, capaz de elevar la eficiencia operativa del puerto, atraer mayor carga comercial y consolidar su rol como hub regional.

En el contexto de negocios actual, la venta marca un ejemplo nítido de especialización empresarial: Pinfra no diversifica, se enfoca. Su visión es clara: pavimentar su futuro con asfalto y peaje. Al abandonar un activo estratégico pero secundario, reafirma su convicción en el modelo que la ha consolidado como líder en infraestructura carretera. El puerto ya zarpó; la autopista continúa.