La economía industrial de Puebla atraviesa su peor momento en años. Una contracción anual de -9.7% sitúa al estado entre los tres peores desempeños nacionales, únicamente superado por Quintana Roo (-49.1%) y Campeche (-14.5%).
Mexconomy — La total falta de atención al sector industrial adquiere dimensiones alarmantes al contrastarlo con la caída nacional de -2.7%: Puebla se contrae 3.6 veces más rápido que el promedio del país. Esto no un ajuste cíclico sino una fractura estructural del aparato productivo estatal.
El deterioro no solo es profundo, es acelerado. La variación mensual desestacionalizada de -3.8% entre junio y julio confirma que la crisis se intensifica mes tras mes, sin señales de estabilización. Lo más preocupante: ningún sector industrial muestra crecimiento. Esta sincronización negativa perfecta configura un escenario sin precedentes recientes donde construcción, manufactura, minería y energía colapsan simultáneamente, eliminando cualquier posibilidad de compensación intersectorial y multiplicando los efectos adversos sobre empleo, recaudación fiscal e inversión.
Construcción y Colapso Sectorial
El sector Construcción registra una caída devastadora de -23.2%, aportando una contribución negativa de -0.99 puntos porcentuales al indicador agregado estatal. Este derrumbe representa más del 70% del impacto total negativo y señala una paralización casi completa de la inversión en infraestructura. La construcción funciona como barómetro anticipado de confianza económica: su colapso revela expectativas empresariales deprimidas, restricciones crediticias severas y monto real cuestionable de recursos públicos para obra. Las cadenas de suministro vinculadas —cemento, acero, maquinaria, transporte— enfrentan efectos cascada que amplifican la destrucción de valor y empleo.
La Minería se desploma -14.2%, más del doble que la caída nacional del sector (-5.8%), sugiriendo problemas específicos de competitividad, agotamiento de yacimientos y conflictos regulatorios locales. El rubro Generación, transmisión y distribución de energía eléctrica, suministro de agua y gas natural cae -10.2%, un dato que trasciende la mera estadística: refleja contracción de la demanda industrial agregada, posible deterioro de infraestructura energética y cuellos de botella en suministro que desincentivan nuevas inversiones. Las Industrias Manufactureras, históricamente motor del desarrollo poblano y ancla del empleo formal, retroceden -5.8%, triplicando la caída manufacturera nacional (-1.9%) y poniendo en evidencia pérdida de competitividad frente a otros polos industriales como Guanajuato, Jalisco o Nuevo León.
La Ausencia Letal de "Amortiguadores"
La gravedad de la situación no radica únicamente en la magnitud de las caídas, sino en la ausencia total de políticas públicas y de sectores compensatorios. Mientras estados como Michoacán (+22.8%), Nayarit (+17.7%) o Baja California Sur (+16.4%) exhiben dinámicas expansivas que amortiguan choques sectoriales, Puebla carece de válvulas de escape. Esta vulnerabilidad estructural multiplica riesgos: migración de talento técnico hacia mercados más dinámicos, erosión acelerada de la base tributaria estatal, cierre definitivo de empresas medianas incapaces de resistir contracciones prolongadas y deterioro permanente de capacidades productivas instaladas.
La contribución negativa de -0.39 puntos porcentuales posiciona a Puebla como uno de los principales lastres del desempeño industrial mexicano, situación otrora inaceptable para un estado que durante décadas se consolidó como hub automotriz y manufacturero estratégico. Los datos del Sistema de Cuentas Nacionales de México (SCNM) no mienten: el modelo de desarrollo industrial poblano enfrenta obsolescencia acelerada, pérdida de ventajas competitivas y ausencia evidente de estrategias de reconversión productiva.
Sin correcciones estructurales urgentes —inversión real en infraestructura, modernización regulatoria, incentivos fiscales selectivos, fortalecimiento comprobado de clústeres tecnológicos— la espiral descendente amenaza con convertirse en declive permanente. ¿Cuánto tardará Puebla en tocar fondo? ¿Quedará algo que rescatar cuando eso ocurra?.

0 Comentarios