La economía mexicana registró en septiembre de 2025 una contracción de 0.6% tanto mensual como anual. Sin embargo, el dato agregado oculta una realidad más grave: sin el comportamiento estadísticamente inverosímil de las actividades primarias, México estaría atravesando una recesión técnica profunda, con el sector secundario colapsado y los servicios sin tracción.

Mexconomy Pro — El índice general se ubicó en 104.2 puntos con cifras desestacionalizadas, consolidando una trayectoria descendente que representa el nivel más bajo desde enero de 2025. La persistencia de esta tendencia negativa configura un crecimiento acumulado de 0.0% en el periodo enero-septiembre, es decir, estancamiento absoluto. Pero este cero estadístico es, en sí mismo, una construcción artificiosa que depende críticamente del comportamiento errático del sector agropecuario.

El Milagro Estadístico del Campo: ¿Manipulación o Incompetencia?

Las actividades primarias reportaron un crecimiento anual de 7.4% en septiembre con cifras desestacionalizadas, alcanzando 112.7 puntos. Este dato, presentado como fortaleza del sector agropecuario, esconde una anomalía estadística que desafía toda lógica económica: en julio de 2025, el sector primario registró una caída anual de -10.5%, para luego saltar en agosto a un crecimiento de +16.7%. Un cambio de 27.2 puntos porcentuales en un solo mes.

Esta volatilidad extrema —que oscila mensualmente entre contracciones superiores al 15% y crecimientos de dos dígitos— no tiene precedente en ninguna economía moderna fuera de contextos de guerra, catástrofes naturales masivas o hiperinflación. La serie mensual de variaciones del sector primario exhibe un patrón errático que contradice los ciclos agrícolas conocidos: enero 2024 cae -14.4%, febrero sube +21.8%, julio sube +15.2%, agosto cae -15.7%. Ningún sector agropecuario en el mundo experimenta estas oscilaciones sin eventos climáticos extremos que las justifiquen.

La sospecha de manipulación estadística se vuelve ineludible cuando se constata que estas "correcciones" milagrosas aparecen sistemáticamente en los momentos en que el IGAE general amenaza con mostrar una recesión técnica. Sin el aporte del sector primario —que representa apenas alrededor del 3.5% del PIB nacional— las cifras de septiembre revelarían una economía en contracción sostenida de al menos -1.5% anual. Estamos, en el mejor de los casos, ante una "ayuda estadística" que maquilla la recesión. En el peor, frente a una manipulación deliberada de las cifras oficiales.

Sector Secundario: El Colapso

Las actividades secundarias, que concentran la producción industrial, manufacturera y de construcción, se desplomaron 3.3% en su comparación anual de septiembre, situándose en 99.5 puntos, por debajo del nivel base de 2018. Este sector acumula nueve meses consecutivos de variaciones anuales negativas, con una contracción acumulada de 1.8% en lo que va del año. La caída mensual de 0.4% profundiza una crisis que ha erosionado sistemáticamente la capacidad productiva nacional.

Dentro del universo secundario, la construcción se desploma 7.2% anual en septiembre con un índice de apenas 97.1 puntos, reflejando la parálisis total de la inversión en infraestructura. La minería retrocede 3.2% con un índice de 88.4 puntos, su peor registro en años. Las industrias manufactureras, que representan la columna vertebral del sector exportador mexicano, caen 2.3% anual pese a situarse en 105.7 puntos, evidenciando que incluso los segmentos más integrados a las cadenas globales de valor sucumben ante la debilidad de la demanda interna y la incertidumbre comercial externa.

Las cifras originales para el acumulado enero-septiembre confirman la profundidad de la crisis industrial: la minería se contrae 8.4%, la construcción retrocede 2.7% y las industrias manufactureras caen 0.5%. México está desindustrializándose aceleradamente mientras las estadísticas oficiales intentan disfrazar la magnitud del desastre con volatilidad artificial en el sector agropecuario.

Sector Terciario: Debacle Empresarial

Las actividades terciarias, que representan más del 60% de la economía nacional, registraron un crecimiento anual de apenas 0.7% en septiembre con cifras desestacionalizadas, pero contrajéndose 0.5% respecto al mes previo. El índice de 106.6 puntos refleja un sector de servicios que ha perdido dinamismo y ya no puede compensar el colapso industrial.

El comercio al por menor se derrumbó 2.6% mensual, señalando el agotamiento terminal del consumo privado. El comercio al por mayor cayó 2.7% anual y acumula una contracción de 6.0% en el año, evidenciando el colapso de la actividad empresarial. Los servicios de alojamiento temporal y preparación de alimentos se contraen 4.7% anual con un índice de apenas 93.0 puntos, confirmando que el sector turístico no ha recuperado niveles prepandemia cinco años después.

La economía mexicana enfrenta una recesión encubierta por estadísticas oficiales de dudosa credibilidad. Con el sector secundario en colapso desde octubre de 2024, los servicios estancados y un sector primario exhibiendo volatilidades estadísticamente imposibles, la realidad económica es mucho más grave que el 0.0% de crecimiento acumulado que reportan las cifras oficiales. Sin las "correcciones milagrosas" del sector agropecuario, México estaría oficialmente en recesión técnica con contracciones superiores al 1.5% anual.

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