La Demanda social choca con la realidad económica: salarios suben 3.7%, pero producción cae 2% y empleo formal se desploma.

Mexconomy — Miles de trabajadores marcharon el domingo 23 de noviembre desde el Palacio Nacional hasta el Senado de la República para exigir la reducción inmediata de la jornada laboral a 40 horas semanales. Convocados por el colectivo Yo Por Las 40 Horas, los manifestantes demandaron "más tiempo para disfrutar la vida" bajo consignas como "¡Ya estuvo suave de que nos roben nuestro tiempo!". Sin embargo, esta presión social ocurre en el peor momento posible: cuando la industria manufacturera mexicana registra su mayor crisis de productividad en años, con remuneraciones al alza pero producción estancada.

El contexto económico no podría ser más adverso. Según la Encuesta Mensual de la Industria Manufacturera (EMIM) del INEGI, en septiembre de 2025 las remuneraciones medias reales crecieron 3.7% anual, pero la producción manufacturera cayó 2.0%, el personal ocupado se redujo 2.6% y las horas trabajadas retrocedieron 3.3%. Esta ecuación es insostenible: salarios más altos para menos trabajadores que producen menos. La reducción de la jornada laboral en este escenario podría profundizar una crisis que ya muestra señales de recesión técnica, con el IGAE estancado en octubre (0% de variación anual y mensual).

Más pago, menos output

Los datos manufactureros revelan una paradoja explosiva. Mientras las remuneraciones del personal no dependiente (outsourcing y honorarios) subieron 9.9% anual, este mismo segmento laboral se desplomó 13.7% en número de trabajadores. El sector industrial acumula ocho meses consecutivos de caídas, con un retroceso anual de 2.14% en octubre. Sectores estratégicos como equipo de transporte cayeron 8.3%, textiles 9.4% y madera 12.5%. Solo los subsectores de energéticos (+16.4%), electrónica industrial (+6.7%) y maquinaria (+7.1%) sostienen la actividad manufacturera.

La reducción a 40 horas semanales —prometida por la presidenta Claudia Sheinbaum como reforma constitucional gradual para 2025— enfrenta un dilema técnico insalvable: ¿cómo reducir 8 horas semanales (16.7% menos tiempo laboral) en una industria que ya produce menos con menos trabajadores? El colectivo Yo Por Las 40 Horas exige que la medida sea "inmediata y efectiva, sin perjuicios ni repercusiones de las empresas", pero los números industriales sugieren que el sector privado no tiene margen para absorber este ajuste sin contratar más personal o elevar aún más las remuneraciones.

Una reforma en recesión

Sheinbaum ha garantizado que la reforma se implementará "sin sacrificar el aumento al salario mínimo", pero esta promesa choca con la realidad macroeconómica. Banco Base proyecta que el PIB 2025 crecerá apenas 0.6%, el peor dato desde la pandemia de 2020. Monex y Scotiabank, como Mexconomy, advierten que México está al borde de una recesión técnica si el cuarto trimestre cierra en negativo. En este contexto, reducir horas trabajadas sin afectar salarios implica necesariamente elevar los costos laborales por unidad producida, lo que podría acelerar la deslocalización industrial hacia otros países con costos más competitivos.

La Secretaría del Trabajo y Previsión Social (STPS) prometió presentar en noviembre una propuesta elaborada "en conjunto con trabajadores, sindicatos y el sector privado", pero hasta el momento no se ha materializado. La marcha del domingo evidencia la impaciencia social, pero también expone la brecha entre las demandas legítimas de los trabajadores y la capacidad real de la economía mexicana para absorber reformas laborales ambiciosas. La ecuación es clara: sin recuperación de la productividad industrial, la reducción de horas puede convertirse en más desempleo formal, informalidad y cierre de empresas. El dilema para Sheinbaum es político: satisfacer a su base social o preservar la viabilidad de la planta productiva nacional.


jornada laboral, 40 horas, marcha, yo por las 40 horas, claudia sheinbaum, productividad, manufactura, crisis industrial, salarios, emim, inegi, reforma laboral, recesion tecnica, empleo